LA REGLA DE ORO

Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas. Mt 7:12

Resumen de este ensayo

En general, la regla de Oro es un principio “universal” del comportamiento espiritual de una persona, grupo de hombres y de la sociedad, implica un sentido de ética y una valorización del trato humano en cuanto a la relación del hombre con Dios que trasciende cualquier postura de opinión. En la biblia, sin embargo, Jesús resume en los evangelios y libros indicados por los apóstoles toda la antigua ley mosaica y los libros proféticos en la Regla de Oro, presentándose a sí mismo como el único canal para efectuar el cumplimiento de la ley de Dios.

En el presente bosquejo se presenta la Regla de Oro, como resumen de la ley, en dos formas reales, concretas y presentes en el cuerpo de Cristo en la actualidad:

1. Cumplimiento de la ley “desde la ley”. Posición de valor humanista, “el hombre con capacidad de”.
2. Cumplimiento de la ley “desde Cristo”, anulando el juicio humanista.

Mientras la primera forma es la más divulgada en cuanto a la capacidad de respuesta del hombre, la segunda es vital para entender y actuar en base al pacto personal entre Dios y el hombre. Este estudio se enfocará en distinguir los conceptos de “sentido de la ley” desde el contexto judío y luego su cumplimiento y trascendencia a través de la figura redentora de Cristo.

¿Para qué es la ley?.

En el antiguo testamento (AT) las primeras “ordenes” fueron dadas a Adán, luego el cuerpo de la ley había sido dada por Dios a sus profetas como un “pacto” para que el pueblo judío pudiesen vivir tanto entre ellos mismos como con las naciones vecinas, pero más profundamente, la ley viene a aclarar las conductas intrínsecamente humanas ante Dios, producto de la “desobediencia del hombre de virtud del pecado que enseñorea y esclaviza”(Gn. 4:7). Dicho de otra manera, la ley permite identificar y dar un “peso de muerte” al pecado, para que el hombre pueda alcanzar la remisión (y la vida) en Dios y para ejemplo de los pueblos.

En el nuevo testamento, Jesús se presenta como el Único camino para alcanzar a Dios, por tanto, la remisión de pecados y librar de condenación al hombre, sin embargo los grupos religiosos de los fariseos y saduceos, mezclaron la ley con sus costumbres de tal modo que, en vez posibilitar el acceso a Dios lo alejaban mediante prácticas “anexadas” a la ley (figura a y b).

Luego, Jesús hizo validar la ley en plenitud pero reinterpretando los dichos de los religiosos de su tiempo (“han oído que fue dicho…pero yo les digo…”Mt. 5), promoviendo una nueva “forma de ver” la ley dada por los profetas y las escrituras del A.T.  Durante su período de ministerio, fue duramente criticado por los fariseos por no seguir con las “tradiciones de la ley”, no respetar el día de reposo, etc (Mt. 15:2) aún siendo judío. Luego, después de su muerte, la ley recobra su importancia bajo la figura de alguien que pudo cumplirla y da a entender la existencia de un camino seguro para llegar a Dios, sólo que esta vez ya no es excluyente para el pueblo hebreo (ver fig. c).                              

¿Somos  llamados a cumplir la ley?

R: Si, una vez hecho hijo de Dios tenemos que guardar los mandamientos.

"Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor." Juan 15:10
"Por tanto, cualquiera que suprima uno de estos mandamientos aun de los más insignificantes, y enseñe así a los hombres, será llamado el menor en el reino de los cielos; mas cualquiera que los cumpla y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos." Mateo 5:19
"Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos." Mateo 19:17

Por tanto, Jesús indica a los gentiles la Regla de Oro, apunta el propósito de la ley en dos frases, magnificándola y posibilitando su cumplimiento y obediencia presentándose como el camino al Padre e intercediendo ante el Padre por el hombre a su vez.

1. Ley de Oro en las escrituras: Contexto humanista.

La regla de oro es un resumen de la ley que se debe entender en primera instancia en el contexto cultural de los judíos. Era un refrán que se utilizaba bajo una acusación moral “No hagas al otro lo que no quieres para ti”.  Jesús retomó este refrán para redireccionar la ley en sus oyentes a la acción, al hacer más que al no hacer. 

Massiel: ¿todo se basa en que no hagamos al otro lo que no queremos para uno y no se trata de Dios?

R: No, sólo es una primera lectura a la tradición Judia de donde proviene la regla de oro.

Desde este punto de vista, el resumen de la ley, o la regla de Oro, está enfocado a distintas formas de relacionarse como personas

¿Pero sigue siendo ley … o solamente es una “forma” o “condición” que nos orienta al como relacionarnos? R: Según el contexto judío la ley implica un comportamiento como “pueblo” distinto a los demás(santidad, pueblo especial)  Deu 14:1-2

• Contexto de Mateo (Mt. 7:7-12): Trato hacia el Prójimo y el hijo (familia) = Trato en sociedad.

Mat 7:7 Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá.

Mat 7:8 Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

Mat 7:9 ¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra?

Mat 7:10 ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente?

Mat 7:11 Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

Mat 7:12 Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.

• Contexto de Lucas (Lc. 6: 27-31): Amor hacia el enemigo y enfocado en la misericordia.

Luc 6:27 Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen;

Luc 6:28 bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian.

Luc 6:29 Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues.

Luc 6:30 A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva.

Luc 6:31 Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.

• Contexto de la Carta a los Romanos (Ro. 13: 8-10): El que ama cumple la ley.

Rom 13:8 No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley.

Rom 13:9 Porque: No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Rom 13:10 El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor.

• Contexto en La Carta a los Gálatas (Gál. 5:14-15): Parámetro de aplicación de la ley entre los hermanos en la fe.

Gal 5:13 Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.

Gal 5:14 Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.

Gal 5:15 Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros.

Preceptos de la Ley de Oro y su finalidad en el hombre:

La ley de Dios impartida en el A.T. es clasificable según los tres siguientes grupos, en los que se explica el sentido de la ley en la Regla de Oro.

-          Leyes Morales

-          Leyes Ceremoniales

-          Leyes Judiciales

1. Como ley moral: “Todas las cosas que YO QUIERO que me hagan”. Aborda nuestro Ego, nuestra forma particular de valorar, validar y apreciar las cosas “de acuerdo a nuestras concupiscencias”, es decir, jamás haré algún tipo de daño al prójimo que yo no sea capaz de tolerar.

2. Como ley Ceremonial: “Las cosas que quiero que “HAGAN PARA MI”. Aborda costumbres, celebraciones (festividades, cumpleaños, regalos) que involucran afectos siempre limitados a un parámetro de conducta civil (respeto, elogios, alabanzas), que involucren a los demás en los reconocimientos.

c. Como ley Judicial: “hacer LO CORRECTAMENTE BUENO a los demás”. El bien y el mal como elementos segregantes y selectivos, hacer lo que “me parece indicado”, lo que es correcto según las normas de convivencia (si pertenezco a una sociedad, institución, etc).

Sin embargo, las tres formas anteriores vistas desde el punto de vista humanista nos lleva a una posición del hombre natural que piensa y juzga sus acciones como “correctas” y cree que “es posible cumplir la ley de Dios”, pero la ley no implica justicia (Gál 2:21), por tanto se procede en tinieblas:

¿Por qué se explica todo en función del hombre “yo quiero”, “hagan para mi”?   R: Porque en el humanismo el hombre es lo central del discurso.

El esquema anterior resume la actitud de personas que, aunque asimilen las formas correctas de vivir, de solidarizar, de ser buenos, están bajo condenación. El Joven Rico de la parábola (Mr. 10:17) sabía  reconocer lo correcto y bueno bajo la ley  que él practicaba (Maestro Bueno) siendo ya superior a los religiosos cumplido los mandamientos desde su juventud. Es decir, se puede cumplir los mandamientos sin dejar los deseos del corazón, pero, una vez enfrentados a la oportunidad de acceder, extender y “vivenciar” el reino de los cielos, esos deseos juegan en contra. Este es el verdadero valor de la forma humanista, la condenación.

Rom 10:3 Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios.

Jesús le indicó que vendiera y diera lo ganado a los pobres (esto es, dejar su seguridad moral y ética) y LE SIGUIERA. En el caso del Joven Rico, él se ENTRISTECIO porque sus riquezas le fueron una carga (Lc. 18:23), no era el hecho de ser rico, sino de no querer pagar el precio de seguir al maestro, de dejar a un lado sus preceptos de seguridad y su comportamiento correcto con el cual “cumple la ley que lo conduce a la muerte”. Es más, ni siquiera se piensa en responder el  “para qué cumplir con la ley” puesto a que evidencia una complacencia en sí mismo, el hecho de referirse al Maestro en “Que me falta por hacer para heredar la vida eterna” apunta a un estado de somnolencia ingenua y perversa, similar al estado actual de muchos Hijos y  del evangelio de Cristo malamente trazado y entenebrecido en las doctrinas eclesiásticas que aseguran a sus congregantes que van por el camino correcto.

 ¿entonces cual fue el motivo de la condenación del joven rico? R: Tener su seguridad puesta en su condición material.

Esta “actitud ante la ley”, querer hacer justicia sin conocer a Cristo, es la que cae en juicio de condenación para los que se esmeran en cumplir la ley sin recibir a Cristo. El querer enfrentar la ley es sinónimo de vergüenza por una vida de pecado, por una naturaleza de pecado, por una conciencia y espíritu muerto ante Dios y por eso es necesaria la obra redentora de Cristo para reconocer su gracia y luego practicar la ley.

    30 ¿Qué, pues, diremos? Que los gentiles, que no iban tras la justicia, han alcanzado la justicia, es decir, la justicia que es por fe;

    31 mas Israel, que iba tras una ley de justicia, no la alcanzó.

    32 ¿Por qué? Porque iban tras ella no por fe, sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo,

    33 como está escrito:  He aquí pongo en Sion piedra de tropiezo y roca de caída;  Y el que creyere en él, no será avergonzado.

1. Cristo, la ley (el pecado) y los profetas.

Sin embargo, estas palabras de Jesús (la Regla de oro) al parecer buscan “ablandar” la ley, dado el tiempo de Gracia que aplica en el tiempo presente. Esto es escusa para indicar que Dios, a través de su hijo, nos ama a todos, ama al pecador y cualquiera que acude a su presencia es libre de su pecado, considerando el “amor” como algo correctamente bueno tanto moral, ceremonial y judicialmente. Pero, ¿acaso el amor de Dios es mayor que su propia ley? ¿Qué actitud tuvo Cristo con la ley y los libros proféticos?.

i.                     El propósito de la profecía en el AT se esclarece como “el camino a Cristo”, tanto así como la ley:

Mat 5:17 No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir.

Mat 5:18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido

¿Cuál es el propósito de la profecía hoy?

R: Acercarnos a la ley para que se reconozca la existencia de pecado y ,en Cristo, la gracia redentora. Heb. 9:23-28

ii.                    Con la ley, el conocimiento del pecado viene añadido y, por tanto, juicio.

Rom 2:12 Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados;

iii.                  El hombre no es capaz de redimir su pecado, por tanto es muerto en juicio.  Sólo el sacrificio de Cristo anula el juicio y regenera nuevas criaturas. 

Col 2:13 Y a vosotros, estando muertos en pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con él, perdonándoos todos los pecados,

Col 2:14 anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz,

Col 2:15 y despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz.

iv.                  Cristo renueva el pacto con los hombres, redimiéndonos de la maldición de la ley bajo la fe en Jesucristo.

Gal 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), (…)

Gal 3:21 ¿Luego la ley es contraria a las promesas de Dios? En ninguna manera; porque si la ley dada pudiera vivificar, la justicia fuera verdaderamente por la ley.

Gal 3:22 Mas la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuese dada a los creyentes.

Por tanto, la regla de oro se traduce a Cristo, como el propiciador de la gracia y de las bondades de Dios para con sus hijos. El siguiente cuadro lo explica de forma gráfica.

Cristianismo y la reivindicación de la ley de muerte bajo los preceptos del humanismo.

A modo de conclusión, usualmente el cristiano debe resolver preguntas tales como ¿Qué debo hacer para cumplir los requisitos de la ley, cómo puedo acercarme más a Dios? ¿Qué pasa con las obras? ¿Por qué existe el “deseo de hacer bien a los demás, de “mejorar” pero “Dios me hizo así” y de tal forma me aceptará en su reino y los demás debiesen comprenderlo?. Estas preguntas muestran a un Dios amoroso y perdonador, amante del “pecador” más que del pecado de tal forma que el arrepentimiento basta. Esto es reivindicar el ego, el “considerar mi status” antes que depender de Cristo, de esconder realmente la vida en Cristo, lo que inhabilita el poder efectivo de Cristo para regenerar y comenzar un proceso en la vida eterna, de terminar un antiguo pacto de muerte para comenzar a vivir con fé el nuevo pacto y las promesas de Dios para los que creen en Él.

¿Si la ley no me salva cual es el fin (Dios) en si mismo de ella?

R: El fin de la ley es revelar la condición de pecado del hombre. Rom 2:12

Cuando Dios resume la ley en amar al prójimo como a uno mismo, señala el camino del amor, como forma de cumplimiento de la ley, ya que al amar intrisicamente se estaría cumpliendo la ley.¿Entonces como se puede pedir que se ame a alguien que no se quiere amar?Porque yo puedo hacer toda la ley sin amor.

R: La persona que no desea amar a su prójimo en la medida de Cristo no puede decir que ha cumplido la ley, pues Cristo amó hasta dar la vida por sus amigos, y él mismo nos indica amar hasta a mi enemigo sólo por gracia, no para cumplir alguna ley. 

¿Existe alguna recompensa  para quien cumple la regla de oro pero no recibe a Cristo?

 ¿Se puede cumplir todo estos parámetros  sin amor?, ¿Qué ocurre en el caso que se pueda?

R: El que cumple la ley sin Cristo  no reconoce su muerte y por tanto no alcanza la gracia de Dios. (Gálatas 2:17-21). Incluso se puede llegar a cumplir la ley “simulando” el amor de Cristo pero con un sentido de justicia distinto al de Dios